La habitación era luminosa y moderna, y el código de acceso nos facilitó la entrada. La ubicación era ideal, cerca de la Plaza Mayor, pero la calle era un poco poco acogedora.

La habitación es muy bonita y

tiene un ambiente acogedor. La limpieza es notable, y el personal es muy atento, lo que hizo que nuestra estancia fuera agradable. Sin embargo, el acceso fue complicado por las calles estrechas, así que es recomendable buscar aparcamiento con antelación.

buena ubicación y atención cercana

La habitación era amplia y estaba bien equipada, con aire acondicionado y una pequeña nevera que funcionaba perfectamente. La atención del personal fue excepcional, haciéndonos sentir cómodos durante toda nuestra estancia.

El acceso al hotel fue complicado debido a las calles estrechas.

Ubicación muy céntrica y cómoda.

Excelente ubicación en el centro, ¡perfecto para explorar! La habitación era moderna y limpia, con una decoración muy agradable. El clima estaba bien fresco gracias al aire acondicionado.

El olor del aire acondicionado era como si hubieran dejado un queso olvidado. ¡Ay!

excelente ubicación, en la plaza mayor con un ambiente acogedor

acogedor ambiente, limpieza resaltante

acceso limitado para vehículos

La habitación era amplia y estaba bien equipada, con clima fresco y una pequeña nevera. La ubicación es excelente, a un paso de la plaza principal. Disfruté de la atención cercana del personal. La limpieza del lugar es notable y el ambiente me pareció acogedor. 🍽️

La habitación era amplia y bien equipada, con aire acondicionado y una decoración muy agradable. La ubicación es inmejorable, justo al lado de la Plaza Mayor, lo que facilitó nuestro recorrido por Plasencia y disfrutamos de su vibrante ambiente. Además, la comida en el restaurante fue destacable, con platos de cocina típica que realmente sorprendieron nuestro paladar.

El acceso al lugar resultó un poco complicado debido a las calles estrechas.

La comida es un espectáculo, especialmente las migas con huevo frito que estaban riquísimas. El revuelto de bacalao también era de otro mundo. La atención que recibimos fue muy cercana, el camarero nos hacía sentir como en casa, pero la experiencia se vio opacada por un par de problemas. La habitación tenía un olor muy fuerte a tabaco, lo que hacía que no fuera nada agradable. Además, el servicio de recepción no estaba disponible después de nuestra llegada, y tuvieron un par de fallos con la habitación que reservamos. no tenía el balcón que esperábamos. Estos inconvenientes le restaron puntos a lo que podría haber sido una visita excelente. En resumen, la comida es la estrella del lugar, pero el alojamiento y los servicios podrían mejorar bastante.

El ambiente del lugar es acogedor, aunque el acceso fue un poco complicado.

La sopa casera que probé en el Rincón Extremeño es un abrazo en tazón, un plato que te hace sentir que estás en casa. No te olvides de las migas que son pura tradición. Además, me encantó que la habitación tuviera nevera, ideal para mis caprichos culinarios y, voilà, la ubicación es de 10, cerquita de todo lo mejor de Plasencia.

Aunque las ventanas daban a un patio interior y no al exterior, lo bueno es que estaba bastante silencioso y podía descansar bien. Las toallas necesitan un poco de cariño, ya que estaban un poco desgastadas.

La comida es espectacular, sobre todo las migas y el revuelto de bacalao. Lo único malo fue la falta de aparcamiento cerca y las calles estrechas.